¿QUÉ SON LOS SISTEMAS AVANZADOS DE ASISTENCIA A LA CONDUCCIÓN O ADAS?

1. ¿Qué son los sistemas ADAS?

Los sistemas avanzados de ayuda a la conducción (ADAS por sus siglas en inglés) son sistemas que permiten mejorar la seguridad del vehículo, tanto de cara a sus ocupantes como al resto de usuarios de la vía.

Algunos de ellos son capaces de tomar el control del vehículo en determinadas circunstancias para evitar un siniestro o minimizar sus consecuencias.

Ante una situación de peligro estos sistemas son capaces de reaccionar en décimas de segundo mientras que una persona, en condiciones normales, puede llegar a tardar entre 1 y 2 segundos en actuar sobre los mandos del vehículo.

Utilizan sensores como radares, cámaras o láser para observar el entorno.

Los Sistemas de Asistencia a conducción (ADAS) permiten reducir el riesgo de siniestro en un 57 %, según indica la Dirección General de Tráfico (DGT).

Actualmente en España está aumentando la oferta en vehículos nuevos de sistemas avanzados de ayuda a la conducción (ADAS).

Hay sistemas que son obligatorios en los automóviles nuevos desde el 2014 como es el caso del sistema de aviso de cinturones desabrochados o el sistema de control de presión de los neumáticos.

Algunos otros sistemas no obligatorios, van tomando lugar dentro del equipamiento de los vehículos, bien porque son incluidos “de serie” o de manera opcional como equipamiento disponible.

En el año 2012 ya se ofrecían ADAS de manera opcional en vehículos de gama alta, en 2015 – 2016 en vehículos de gama media y actualmente algunos de ellos, como el AEB (Frenado Autónomo de Emergencia), LKS (Mantenimiento activo de carril) o BSD (Detección de vehículos en ángulo muerto) son de serie.

La oferta de los Sistemas de Asistencia a conducción ADAS se va generalizando, el año de lanzamiento del modelo es más significativo de cara a estar dotado de ADAS, que el segmento al que pertenece.

El sistema de llamada automática de emergencia en caso de siniestro también llamado E-call, es obligatorio para vehículos homologados en 2018 aunque no para los matriculados.

Las ayudas al aparcamiento, sí que se popularizan habitualmente, con la presencia de sensores de aparcamiento o incluso, cámaras traseras en vehículos lanzados al mercado después del año 2015.

A partir de julio de 2022, son obligatorios en vehículos nuevos, sistemas tan importantes como el frenado autónomo, el sistema de mantenimiento de carril, el asistente de velocidad ISA o el control de presión de neumáticos en camiones y furgonetas.

Su popularización aumenta, así como también lo hacen sus requisitos técnicos y las pruebas de evaluación de estos sistemas. Para ello existen centros especializados que analizan y ensayan los vehículos que los poseen para probar su efectividad y sus limitaciones. EuroNcap

2. ¿Y cómo funcionan estas ADAS?

Los sistemas ADAS disponen de «ojos» (cámaras, radar, ultrasonidos y láser, principalmente) que recogen información en función de sus capacidades técnicas.

Por ejemplo, las cámaras reconocen colores y tienen un amplio rango de 50 a 500 metros, y de hasta 180º; y reconocen personas, animales y objetos a través de algoritmos de su software e inteligencia artificial.

El radar, sin embargo, localiza objetos estáticos y en movimiento en los alrededores del vehículo, y determina su velocidad relativa, distancia y posición.

Toda la información recogida se envía a la unidad de mando del sistema, que fusiona todos esos datos y genera un reconocimiento fiable del entorno del vehículo: la vía, otros vehículos, peatones, animales, señalización…. Esa información se contrasta con los datos del movimiento del propio vehículo (velocidad, situación, aceleración, frenada, giro…) y con las acciones del conductor, para detectar situaciones de riesgo y actuar en consecuencia, ya sea alertando o tomando el control del coche.

3. ¿Qué piensa la DGT de los ADAS? ¿Cuáles serán obligatorios?

4. Y con los ADAS, ¿qué hay que tener en cuenta para pasar la ITV?

Desde el 6 de julio de 2022 son obligatorios en todos los coches nuevos fabricados y vendidos en Europa una serie de ocho completos y avanzados sistemas de ayuda a la conducción (ADAS) en virtud de incrementar la seguridad dentro y fuera del vehículo. Siendo de vital importancia tenerlos a punto y bien calibrados para su correcto funcionamiento, los centros de Inspección Técnica de Vehículos (ITV) tendrán que unificar criterios para verificarlos.

No será hasta 2026 que las ITV se pondrán manos a la obra para revisar dichos sistemas, pero de acuerdo con la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), los sistemas de seguridad relaciones requieren de unos procesos claros de mantenimiento y calibración, como ha instado al Parlamento Europeo.

En caso de sufrir un accidente que afecte a alguno de sus elementos, tras la pertinente reparación hay que recalibrar las cámaras y los sensores para que funcionen adecuadamente, algo que afecta especialmente al parabrisas y al parachoques.

Los sistemas ADAS se componen, principalmente, de un conjunto de varios sensores (cámaras, radares y ultrasonidos, a grandes rasgos), una centralita o “cerebro” que fusiona e “interpreta” la información aportada por ellos, y el cableado y conexiones necesarios para unirlos. Desde el punto de vista del usuario, estos sistemas no requieren de ninguna atención ni mantenimiento especial.

Son los taller oficiales o autorizados quienes comprueban electrónicamente que no haya fallos en el sistema, según el mantenimiento programado en el libro de revisiones. En caso de sufrir un accidente que afecte a alguno de sus componentes, tras la reparación hay que recalibrar las cámaras y los sensores para que funcionen de nuevo como debiesen. Eso afecta especialmente al parabrisas, que aloja algunos de los sensores de los sistemas ADAS. Cuando se sustituye uno, hay que desmontar las cámaras de la luna y montarlas en el nuevo.

¿Qué sistemas ADAS se revisarán en la ITV?

Alcoholímetro integrado: como bien dice su nombre, se trata de un detector de alcoholemia que va conectado al sistema de ignición del coche. Es decir, no podrás arrancar el coche hasta que no “soples” y quede verificado que eres apto para conducir hasta casa.

Alerta de cambio involuntario de carril: un clásico entre los sistemas ADAS imprescindibles en cualquier coche nuevo. Este se encarga de corregir la trayectoria del coche si te estás saliendo del carril, ya sea en autopista, autovía o en vía convencional, minimizando los despistes.

Alerta de cinturón en las plazas traseras: como ya se hizo en las plazas delanteras hace muchos años, el sistema se replica para los ocupantes traseros. Si estos no se ponen el cinturón, el coche comenzará a emitir una señal acústica y visual.

Asistente de velocidad inteligente (ISA): en pocas palabras, un limitador de velocidad pensado para evitar que superemos la velocidad máxima permitida, aunque puede desactivarse a través de un botón o pisando el pedal del acelerador hasta la moqueta (cuando notas un “clic”).

Caja negra: de igual manera que en un avión, esta base de datos se encargará de registrar los últimos segundos antes de un accidente con el objetivo de analizar y mejorar la seguridad en el futuro.

Cámara trasera con alerta de tráfico cruzado: se ocupará de alertar al conductor cuando otro vehículo, bicicleta o peatón pase por detrás del coche al dar marcha atrás, y es capaz de frenar el coche automáticamente si tú no lo haces.

Detector de fatiga y somnolencia: a través de una cámara instalada a bordo enfocada hacia el conductor, se monitoriza el movimientos de los ojos y el de la cabeza para determinar si estamos demasiado cansados como para poder seguir conduciendo con seguridad.

Frenada de emergencia autónoma: tal vez la más conocida del conjunto, ya que la mayoría de coches nuevos vienen equipados de serie con esta tecnología. Su función es sencilla: si detecta una colisión inminente y no has hecho caso a las advertencias sonoras y visuales previas, será el propio coche quien aplique los frenos para tratar de evitarlo, o mitigar los daños del golpe.