Consejos para conducir con nieve o hielo

fuente: http://fundacion.cnae.com

Desde esta misma tarde, para este fin de semana se espera un temporal de frio y nieve que puede afectar al norte, centro y sur peninsulares, con rachas de viento muy fuerte, descenso de temperaturas y cotas de nieve que bajarán hasta los 500-800 metros en las zonas del norte y los 800-1200 metros en las zonas más al sur.

Las personas que tengan que desplazarse por motivos justificados durante estos días, (aunque lo recomendable es no circular sino es estríctamente necesario) es conveniente que consulten el pronóstico meteorológico de la AEMET y el estado de circulación de carreteras de forma previa antes de comenzar su desplazamiento, ya que la nieve podría afectar a la circulación en muchas carreteras convencionales y vías rápidas del país. La DGT ha previsto una serie de actuaciones en dichas vias para garantizar la fluidez y la seguridad vial en todo momento, y podrán establecerse restricciones a la circulación de determinados vehículos, cortes totales preventivos, prohibiciones de adelantamientos o limitaciones en la velocidad de circulación.
 
Para todos aquellos que deban desplazarse, Fundación CNAE ofrece un decálogo de recomendaciones para conducir bajo condiciones de nieve o hielo. 
 
– Cuando se conduce sobre nieve o hielo es muy difícil mantener la trayectoria del vehículo, incluso a bajas velocidades (especialmente sobre hielo). Por ello, todas las acciones del conductor se realizarán de manera progresiva y sin brusquedades. La dirección, frenos, acelerador, etc., deben aplicarse con suavidad. 

– En caso de nevada, es obligatorio encender, al menos, la luz de posición y cruce. Además, si el vehículo dispone de luz antiniebla delantera será aconsejable encenderla también. En esta situación está prohibido usar la luz antiniebla trasera. En caso de fuertes nevadas, es obligatorio encender la luz antiniebla trasera. Se desconectará cuando exista riesgo de deslumbramiento, por ejemplo, en vías urbanas con retenciones. Es conveniente utilizar la luz de cruce durante el día para ser visto con mayor facilidad.

– Al conducir sobre nieve: circular por las roderas que haya dejado otro vehículo, cuando haya suficiente nieve en la calzada. En caso de poca nieve, circular por fuera de las roderas, pero paralelamente a su trazado. Además, los conductores deberán circular a poca velocidad y mantenerla (siempre que se pueda), evitando acelerar y frenar en lo posible. Si fuera necesario frenar, siempre es mejor realizar deceleraciones suaves (sólo levantando el pie del acelerador). Si la frenada es más fuerte, es mejor utilizar el freno con suavidad (que actúa sobre las cuatro ruedas) que una retención brusca del motor (que sólo frena 2 ruedas).

– Al conducir sobre hielo, el conductor tiene que saber que es prácticamente imposible conseguir manejar el vehículo con seguridad. Si el hielo aparece poco a poco sobre el pavimento, la dirección del vehículo estará excesivamente blanda. Al iniciar la marcha sobre una placa de hielo, se intentará arrancar con marchas largas, aceleraciones muy suaves, intentando no tocar el freno, girando la dirección con suavidad… 

– Debe descansar cada 2 horas, o cada 200km. En condiciones meteorológicas adversas la fatiga aparece mucho antes. Llevar bien ventilado el vehículo para no acumular dióxido de carbono (CO2) y, si se fuma, monóxido de carbono (CO), y no abusar de la calefacción, ya que produce somnolencia. La conducción con fatiga está relacionada indirectamente con un 20-30% de los accidentes.

– Sin abrigo dentro del vehículo para evitar el «efecto submarino». Es muy incómodo para conducir y, además, el cinturón no funciona correctamente si no va pegado al cuerpo.

– Al entrar, se deben bajar las ventanillas para evitar que los cristales se empañen mucho más. También se puede usar el aire acondicionado para desempañar con mayor rapidez. Hay que conseguir una visibilidad clara y diáfana de la carretera a través de todos los cristales del vehículo. Utilizar un rascador de hielo o algo que no arañe los cristales (nunca echar agua caliente a los cristales para descongelarlos, podrían romperse). Limpiar de hielo y vaho sólo una pequeña parte del parabrisas, es una imprudencia y, además, es sancionable. 

– Llevar siempre una manta, una linterna (y sus pilas de repuesto), un botiquín básico de primeros auxilios, móvil cargado y batería o cargador de móvil adaptable a la corriente del coche y algo de comida y bebida en el vehículo si se va a circular por carreteras que estén probablemente cortadas.

– Llevar cadenas, al menos un par, que se tendrán que colocar en el eje motor del vehículo cuando sea obligatorio (conviene practicar cómo colocarlas antes de usarlas, es más dificultoso ponerlas con los dedos ateridos del frío, por lo que tenemos que estar versados en su colocación). En este vídeo se explica cómo colocar correctamente las cadenas en un vehículo. La presión de los neumáticos también cobra especial importancia; hay que revisarla, al menos cada 15 días, y colocar el mejor juego de neumáticos en el eje trasero. 

– Dando por hecho que el mantenimiento del vehículo es el correcto, hay que prestar especial atención al líquido refrigerante con anticongelante (y que se ajuste a las temperaturas que vaya a soportar el vehículo). Añadir también algo de anticongelante al lavaparabrisas.